La solución integral con la que logramos un ahorro económico en su factura eléctrica

En INRA somos expertos en el autoconsumo, donde ofrecemos al cliente una solución integral con: estudio personalizado, tramitación de permisos y ayudas y mantenimiento. ¡Con este servicio logramos un ahorro económico en su factura eléctrica!

1. Estudio energético y presupuesto

Estudio de necesidades, propuesta técnica y presentación de presupuesto. Aceptación.

2. Proyecto y subvenciones

Desarrollo del proyecto técnico, búsqueda de subvenciones, tramitación de permisos…

3. Montaje e instalación

Instalación, montaje y ajuste del conjunto. Puesta en marcha de la instalación.

4. Legalización y mantenimiento

INRA tramitará la legalización de la instalación y ofertará el mantenimiento de la misma.

Ahorro económico y energético

El consumidor obtiene un ahorro económico y una reducción del consumo energético que puede superar el 80% de su actual factura de electricidad. Junto con el ahorro generado, hay que sumar la bonificación al IBI, las subvenciones y la bonificación de la inversión en el IRPF.

Energía renovable

Las instalaciones de autoconsumo utilizan fuentes de energía renovables, gratuitas e inagotables, que no dañan el medio ambiente, como la energía solar fotovoltaica o la energía eólica.

Energía limpia

Con una instalación de autoconsumo contribuyes a la mejora del medio ambiente, ya que reduces las emisiones de efecto invernadero, y ayudas a que seamos cada vez más independientes de los combustibles fósiles.

AUTOCONSUMO

¿Qué es el autoconsumo?

El autoconsumo es una manera de producir tu propia energía eléctrica para el consumo personal en la vivienda. En el caso del autoabastecimiento fotovoltaico solar, la energía se genera mediante placas solares.

Aprovechar la energía solar es una opción cada vez más común, ya que el objetivo es movernos hacia una energía verde y renovable, sin la necesidad de explotar los recursos naturales como el carbón o petróleo, que, además de agotables, son caros y generan gases de efecto invernadero.

En Canarias contamos prácticamente con 320 días de sol al año, lo que significa una producción de energía casi ininterrumpida a lo largo del año.

Además, contamos con una irradiación solar alta, lo que significa que la capacidad de producción es superior comparado con otras zonas de España y Europa.

¿Cómo funciona el autoconsumo solar eléctrico?

La energía del sol, mediante placas solares, se transforma en energía eléctrica.

La corriente contínua producida es transformada en corriente alterna por el inversor solar. Esta energía se utiliza para el autoabastecimiento de la vivienda.

Para entender mejor cómo funciona el autoconsumo eléctrico fotovoltaico es necesario saber qué tipos existen.

¿Tipos de autoconsumo solar?

Existen varios tipos de autoconsumo solar, dependiendo de la ubicación donde está instalado el sistema o de si está conectado a la red eléctrica o no.

El autoconsumo residencial se divide en autoconsumo conectado a la red o desconectado (también conocido como aislado).

También podemos hablar de autoconsumo con o sin excedentes vertidos a la red.

En el caso del autoconsumo conectado a la red, la instalación va a tener 2 conexiones: una al sistema eléctrico de la vivienda y otra a la red de distribución, propiedad de una compañía eléctrica.

El autoconsumo aislado, por otro lado, supone la desconexión total de la red de distribución. Esta segunda opción implica que, de no contar con baterías o almacenamiento de energía, la vivienda no tendrá energía eléctrica.

Es más, muchas veces las baterías no son suficientes y en estos casos se deberá contar con un generador eléctrico. Todo esto supone mayor inversión para el cliente y mayor riesgo para el cliente de quedarse sin electricidad, frente a quedarse conectado a la red.

¿Y qué pasa con el excedente de energía producido en estas dos situaciones?

En el caso del autoconsumo conectado la energía se puede verter a la red, obteniendo una compensación por los excedentes. Si la instalación es aislada, la energía se puede almacenar en baterías y el dueño de la misma puede disponer de ella en cualquier momento.

Dependiendo de las necesidades y qué busca cada propietario de vivienda, se puede optar por una u otra.

Eso sí, hay que tener en cuenta que en periodos de baja producción fotovoltaica, la energía almacenada puede no ser suficiente para el abastecimiento de la casa. Es por ello que recomendamos mantener la vivienda conectada a la red eléctrica.

También se puede optar por una instalación conectada sin compensación de excedentes, no obstante esta opción no ayuda a maximizar la rentabilidad del sistema.

Si hablamos de tipos de instalaciones de autoabastecimiento también cabe mencionar que estas pueden ser para uso individual o para uso compartido.

El autoconsumo compartido, como indica también su nombre, es cuando a la misma instalación están conectadas varias viviendas o una comunidad de vecinos.

Este tipo de instalaciones son menos comunes puesto que la medición del consumo de cada vivienda resulta complicada.

En las comunidades de vecinos donde hay un sistema instalado, se suele usar para zonas comunes como los pasillos del edificio, garajes o motores para la piscina. Por otro lado, el autoconsumo individual es el que abastece las viviendas unifamiliares.

Esta forma de generación de energía no se limita solo a residencias. El autoconsumo industrial es una opción que consideran más y más empresas. El funcionamiento de las mismas no varía y, al igual que en el caso del residencial, las empresas se benefician de ahorros en las facturas.

Las instalaciones fotovoltaicas para empresas se diferencian de las residenciales principalmente por:

  • El tamaño que suele ser mucho superior
  • El consumo energético
  • Las horas en las cuales se consume energía, que suele ser en horarios de día, a diferencia de una residencia donde se crean patrones del consumo de energía a lo largo del día.